Cualquier persona que haya obtenido legítimamente pruebas de fraude que no sean de dominio público puede presentar una demanda qui tam. Las acciones en virtud de la Ley de Reclamaciones Falsas suelen ser interpuestas por empleados o antiguos empleados de una persona o empresa que comete fraude. A veces, el conocimiento del fraude puede provenir de familiares, personas cercanas o amigos que conocen la actividad fraudulenta.