¿Conocía esta enfermedad rara pero mortal causada por una conmoción cerebral?
La semana pasada publicamos un blog en el que analizábamos por qué conmociones cerebrales relacionadas con el deporte son una importante crisis de salud pública. Las conmociones cerebrales están relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, encefalopatía traumática crónica (ETC) y ELA (también llamada enfermedad de Lou Gehrig). Estas tres enfermedades son neurodegenerativas, lo que significa que provocan una pérdida gradual de la función cerebral. Sin embargo, las enfermedades neurodegenerativas pueden tardar años en desarrollarse. Las conmociones cerebrales también pueden provocar enfermedades graves que se desarrollan de inmediato. Las conmociones cerebrales también pueden provocar el síndrome del segundo impacto, una enfermedad rara pero a menudo mortal.
El síndrome del segundo impacto es un tipo de inflamación cerebral que puede producirse después de que una persona reciba dos conmociones cerebrales en un breve periodo de tiempo. Hay varios casos muy sonados de deportistas de secundaria que han muerto por esta causa. Sin embargo, el síndrome de segundo impacto todavía no recibe la atención pública que merece.
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Uno de los casos más famosos de síndrome de segundo impacto se produjo en Colorado hace más de una década. En 2004, Jake Snakenberg, de 15 años, se desplomó y murió mientras jugaba un partido de fútbol contra una escuela contraria. Jake había sufrido una conmoción cerebral una semana antes de desplomarse en el campo. Sufrió una segunda durante el partido, que hizo que su cerebro sangrara y se inflamara.
También hay casos de síndrome de segundo impacto en los que los atletas sobrevivieron. En 2006, el jugador de fútbol americano de secundaria Zackery Lystedt sufrió una conmoción cerebral durante un partido. En lugar de quedarse sentado el resto del partido, Zackery volvió al campo. Momentos después, recibió otro golpe y se desplomó. Zackery fue trasladado en helicóptero al hospital, donde los médicos le operaron para reducir el edema cerebral. Sin embargo, Zackery sufrió graves daños cerebrales y pasó meses en el hospital. Todavía vive con la efectos de esta lesión cerebral. Washington aprobó la Ley Lystedt, una ley de retorno al juego, para prevenir futuros casos de síndrome del segundo impacto en el estado.