James M.

En un momento en que necesito a alguien que me guíe a través de los pasos, Riddle & Brantley hizo más que un bufete de abogados. Fueron amables y se tomaron el tiempo para hablar conmigo y escuchar lo que tenía que decir. Todos los formularios y el papeleo legal se hicieron sin que yo me preocupara. Se mantuvieron en contacto conmigo regularmente y no me hicieron sentir como un cliente más.

La tarifa se discutió y se mantuvo igual sin ningún coste oculto. Cada vez que había algún cambio se llamaba y se discutía. Presentaron mucha documentación y fueron más allá de lo esperado. La empresa es muy profesional y considerado de mi privacidad, así como mis necesidades. Yo le diría a cualquiera que esta es una gran firma legal para tratar. En general, yo calificaría Riddle y Brantley como un A++++ cualquier día, y lo más importante, ¡confío en ellos completamente!